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¿Cómo bajar 10kg para una competición? La verdadera realidad

  • Victor Loza
  • 16 nov 2017
  • 9 Min. de lectura

Hola a todos! Hoy os traigo la segunda parte de “Bajadas de peso pre competición” con mis dos competiciones mas recientes. Antes de comenzar avisar que no es algo que recomiende, por ello hago este artículo, simplemente son cosas que yo he hecho y no soy el único que realiza la estrategia de bajar de categoría. También quería agradecer el apoyo que tuvo la primera parte, agradecer a todo el mundo que se molestó en difundir el articulo, publicarlo en instagram o darme las gracias por la ayuda, son gente como vosotros los que ayudan de verdad a crecer y a divulgar cosas que pueden ser de ayuda.

 

Campeonato de España Absoluto. Conociendo la supervivencia

Hablemos claro, hasta ahora no se ha leído en este artículo nada demasiado extremo, más allá de pasar un día a base de ternera y beber whisky.

Fue en esta preparación donde experimenté sensaciones que nunca había vivido, donde quise llevar todo un poco más allá y donde bajé de 82,5kgs a 73,24 en 12 días.

Partimos de la base de que nunca tendría que haber aceptado el hecho de competir en este campeonato, ya que no estaba para nada recuperado de la rodilla y además estaba muy por encima del peso de campeonato, donde llegué a dar después del Open 85 kgs, además, las dos competiciones estaban muy próximas la una de la otra, una fue el 18 de febrero y la siguiente el 1 de abril, había muy poco tiempo para prepararse ya que, restando la semana siguiente a competir, en la cual hice una descarga de entrenamiento y la semana anterior a competir en el Absoluto, la cual también se requiere una descarga, solo tenía 4 semanas para preparar ese campeonato.

Pero un impulso me hizo aceptar el competir en salamanca, pensaba que era una oportunidad increíble, que si bien probablemente no llegase a un puesto alto en el ranking, seguro que me lo pasaría genial entre tanta gente que comparte mi pasión por esto.

Hablando de números, sobre este campeonato no puedo hablar solamente de una semana, pues empecé la bajada de peso brusca dos semanas antes, pues 14 días antes de competir mi bascula marcaba 82,5kgs, habiendo marcado una semana antes a pesar 85kgs. La semana 3 antes de competir me dediqué a consumir muy pocas calorías concentrando estas en proteínas en mayor medida y grasas, en menor. Pero llegó el lunes y vi que mi báscula marcaba solo medio kilo menos que el límite de la categoría siguiente a la cual compito. Es por ello que, en lugar de abandonar, tomé la decisión de pasar los días a base de una dieta líquida la cual se basa en tomar 5 tomas de BCAA’S al día únicamente. Con este sistema estuve desde aquel lunes hasta el sábado de la semana siguiente, es decir, 12 días hasta el sábado del pesaje.

El lunes anterior a competir di 78kgs. Había perdido en esa semana 4,5 kilos. Volví a realizar el protocolo de agua que expliqué anteriormente, pero esta vez añadí ejercicio cardiovascular, sumado a lo que moviese yo al día, 1 hora y media todos los días de esta última semana. También, el jueves, hice uso de los baños de sal. Esto es, según el oncólogo Martí Bosch, denominado ósmosis:

“Cuando uno se sumerge en un lugar donde el agua está caliente enseguida se le dilatan los poros de la piel y cuando este agua está muy salada, se produce un fenómeno llamado ósmosis de forma que el agua de nuestro cuerpo sale arrastrando a través de los poros hacia el exterior toda clase de toxinas y sales minerales.” (Vamos, que te deshidrata)

No puedo decir números exactos de cuantos kgs me quitó el baño de sal y agua caliente, pero estimo que algo más de medio kilo.

Las sensaciones de esta semana fueron realmente malas. A decir verdad, no fue por tema de sensación de hambre, una verdadera sensación de hambre y ansiedad las tuve únicamente los 3 primeros días que me los pase a base de BCAAS, después, me “acostumbre” a no comer y ya ni siquiera lo notaba prácticamente. Lo que sí que note fue una sensación de cansancio, mal humor, agobio y mareos. Noté como cada vez me movía más lento e, incluso, hablaba a un ritmo más pausado. Por poner un ejemplo, el camino del gimnasio a mi casa lo solía hacer en 20 o 25 minutos andando. Durante este periodo llegué a tardar 40 minutos para llegar a casa.

La segunda semana fue haciéndose cada vez más difícil, llegando el jueves a tener calambres, mareos constantes o dolores de cabeza. No podía hacer movimientos bruscos porque me mareaba, como mover la cabeza muy rápido o levantarme rápido de la silla. Tampoco podía hacer movimientos extraños porque a la mínima me daban calambres, ni podía andar demasiado rápido porque me fatigaba muy deprisa.

En este apartado quería, para hacer más hincapié en que nadie debería aventurarse a hacerlo, dejar unas capturas sobre algo que escribí el día anterior a competir, una vez ya en Salamanca, en notas del móvil. Si bien son cosas que se dicen fruto del malestar del momento, sigo pensando la mayoría de cosas que escribí en ese momento:

Sobre el rendimiento en competición nunca lo podremos saber a ciencia cierta, pues la lesión de la rodilla apareció durante el calentamiento haciéndome bajar el opener de sentadilla. En el primer intento de sentadilla, me terminé de romper y solo pude tener como marca válida el opener. En press banca me dieron nulos los tres levantamientos por un error técnico y ahí me descalificaron. Tiré peso muerto, aun lesionado y descalificado, por ver qué salía. No salió ninguna marca apoteósica. Salieron unos kilos los cuales solía manejar todos los entrenamientos.

Por cosas del destino esa no fue una competición nada buena para mí, pero aun así, las dos siguientes semanas conseguí hacer records personales en muchos entrenamientos y fue ahí donde alcancé un pico de forma bastante bueno, incluso el martes después del campeonato, el dolor de mi rodilla casi había desaparecido por completo.

Cabe destacar el rebote y la ansiedad después de competir, pues llegué a rebotar de 73,24 que di en el pesaje a 78,8 que di el lunes por la mañana y una ansiedad que nunca había experimentado. Si veía comida, me la comía. Podía ser un helado, una tortilla de patatas o una fabada, pero me la comía. Y así, con esa ansiedad, pasé unos cuantos días. Tal era la carga mental que arrastraba, ya no solo de esta competición, aunque si en mayor medida, si no también de haber unido dos preparaciones, que me tuve que tomar una semana de entrenar como quisiera y comer lo que quisiera. Fue en esta semana y la siguiente donde alcancé el mejor rendimiento a nivel deportivo que he tenido nunca, donde volví a entrenar cómodo, donde volví a disfrutar y donde el estrés (Un factor muy importante aunque se le menosprecie) se fue. Donde volví a batir records personales y donde volví a encontrar el por qué me apasiona tanto lo que hago.

El grado de dificultad de esta etapa sería de un 10 sobre 10 por todo lo relacionado con sensaciones.

 

Campeonato de España Junior, Cádiz. De 78kgs a 72,74kgs

Esta fue una competición bastante especial. Es el campeonato Junior, un campeonato que probablemente fuera el más importante de toda la temporada para mí. En un principio iba a competir en la categoría siguiente, -83kgs. Pero sucedieron cosas que me hicieron cambiar de opinión un mes antes de que se celebrase la competición. Puede parecer que fui muy al límite con el peso, ya que el lunes de la semana del campeonato estaba dando en báscula 78kgs, pero yo de verdad sabía que iba a entrar en la categoría. No quería hacer locuras de ninguna clase para entrar, ya que aprendí la lección en Salamanca y, si bien 6 días antes estaba 4 kilos por encima de mi categoría, sabía que con una buena diuresis me podría quitar esos 4 kilos fácilmente. Durante la preparación mi peso sufrió muchas alteraciones. Llegué después de Salamanca a alcanzar los 86kgs y, de igual forma, también llegué a pesar 78kgs.

El lunes estaba en 78kgs, el jueves en ayunas di 78,4 y, finalmente, el sábado en el pesaje di 72,74kgs.

Utilicé el protocolo que sigo siempre, el explicado detalladamente en el artículo anterior, la primera parte la cual precede a este. Lo único que le cambié fue añadir más agua en los días de carga de agua. En lugar de beber 8, beber 9 o 10. En esta semana introduje café, el cual favorece a la diuresis. En las anteriores no lo utilicé, pues quería desadaptarme a la cafeína para que en el momento de la competición me hiciera más efecto.

El entrenamiento que realicé durante esta última semana fue muy liviano y centrado en la técnica. Lo más intenso que hice fue hacer una práctica de openers el lunes. Esto fue porque arrastraba molestias en el glúteo y la espalda baja y quería utilizar esta semana como un método para llegar a una completa recuperación. Algo que, al parecer, no fue suficiente.

Sobre la dieta nada complicado, hice durante esta última semana una alimentación basada en proteínas y grasas, centrándome sobre todo en un aporte proteico alto. No metí hidratos de carbono en toda la semana ya que hacía tiempo que llevaba la dieta con un enfoque mas cetogénico. El viernes por la noche me volví a pesar y, dado el peso que vi en báscula (73,5 kgs), me permití comer una bolsa de avellanas naturales por su alto contenido calórico en tan poca cantidad y un vaso de arroz basmati de estos que venden ya hechos con un poco de pollo. Todo en conjunto pesó alrededor de unos 350grs, lo que quiere decir que aun habiendo cenado, seguía en -74 ya que no consumí agua.

Esta vez introduje la sauna como método para deshidratarme. Utilicé la sauna el jueves y el viernes antes de viajar a Cádiz, el jueves hice una sesión de 20 minutos y el viernes tomé dos sesiones de 20 minutos espaciadas cada una por 15 minutos de descanso.

Sobre el uso de la sauna debo decir que es muy recomendable, al menos desde mi punto de vista. Me ayudó muchísimo a relajarme a pesar de que la primera sesión de sauna me agobié debido al calor excesivo. Pero una vez te adaptas, aprendes a relajarte, algo que, de cara a una competición, lo veo un factor clave.

A continuación os presento algunas fotos de cómo me encontraba a nivel físico:

Esta foto es del lunes antes de competir. Se puede apreciar que se me ve ya bastante definido y que quitar 4 kilos de ahí podría ser bastante complicado, pero yo confiaba en ello ya que,notaba que tenia una retención de líquidos considerable.

Las dos siguientes fotos que mostrare son del viernes, después de la sauna y antes de irme a Cádiz. Puedo decir que las dos sesiones de sauna me quitaron alrededor de 750 grs, ya que fui en ayunas y me pesé antes y después de ir, teniendo como resultado en báscula 1 kg menos (De 75,5 a 74,5).

Como dato, he de decir que la medida del perímetro de la cintura durante esta preparación fue disminuyendo cada vez mas, hasta llegado el punto en el que tuve que hacerle al cinturón de powerlifting agujeros extra porque me venia demasiado holgado por huecos donde, ha habido épocas, en los cuales ni llegaba.

Estas fotos son en Cádiz, la mañana antes de competir, la primera antes y la segunda después de una ducha de agua caliente. Este día di en el pesaje 72,74.

Y por último, este era mi estado el martes siguiente a la competición, con un peso de 76,5;

Las sensaciones de esta semana fueron bastante llevaderas, ya que por la dieta no sufrí en exceso pues estoy acostumbrado a no consumir hidratos. El viernes fue el único día que no comí nada hasta la cena (Anteriormente dicha) pero con todo el viaje se pasaron las horas rápido.

El rendimiento en la competición a nivel sensaciones fue muy bueno, me notaba bien, algo fruto de una buena preparación. Todo se vio mermado durante el calentamiento, en el cual volvieron las molestias del glúteo medio y la espalda baja, obligándome a bajar el opener tanto de sentadilla, el cual lo baje 20 kgs, como de peso muerto, el cual lo bajé 10kgs. Preferí no arriesgar y actuar con cabeza y lógica. No vale la pena arriesgarse a luchar por el primer puesto un día, si ello te va a dejar dos meses sin poder entrenar. Lo más importante que tiene un atleta es la longevidad deportiva. Aun así, quedándome con únicamente los opener en sentadilla y peso muerto, logré un segundo puesto en mi categoría, algo que no me habría esperado nunca.

Con respecto al rendimiento de la semana post competición no puedo hablar, pues no me pasé por el gimnasio ni un día, con el único fin de recuperarme de una vez por todas de las molestias.

El rebote, como se puede observar, no fue nada exagerado a nivel físico pero si conllevó un cambio en la báscula. Esto es debido a un aumento de glucógeno muscular y hepático, al igual que una retención de líquidos mucho mayor.

El grado de dificultad general de esta etapa le daría un 7 sobre 10, ya que si bien estaba seguro de que iba a entrar en la categoría, tenía ese pequeño grado de incertidumbre en el cual pensaba que estaba 4 kgs por encima únicamente con 6 días de margen.

Hasta aquí el artículo de bajadas de peso pre competición, espero que os haya sido útil y que hayáis llegado a la conclusión de que hay que hacer las cosas con cabeza y, sobre todo, disfrutar. Espero haberos convencido de que en ningún caso hay que hacer cosas tan extremas como lo que yo hice para dar el peso en Salamanca, creo que he dado razones suficientes para no hacerlo, pero también quería decir que no soy el único que ha hecho cosas así, por tanto es algo que existe y está a la orden del día. No sacrifiquéis calidad de vida por un día determinado, pero hay que tener en cuenta que no todo es fácil, y mucho menos es tan fácil como algunos nos lo quieren pintar.

Dicho esto, un saludo, nos vemos en próximas entradas!

Próximas entradas…: Alimentación después del pesaje, artículos de opinión personal, críticas y muchas mas ideas… si queréis que hable de algo en especial, no dudéis en decírmelo, ya sea por aquí o contactando por instagram con @victoorlh o por @todofuerzapowerlifting

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